PIÉROLA

PIÉROLA Y SU 2DO EJÉRCITO TRAICIONARON A MONTERO Y A BOLOGNESI

  • Las evidencias muestran que el coronel Leiva, quien fue nombrado por Piérola jefe del 2do ejército del Sur, no hizo más que marchar displicentemente desde Arequipa tratando de demorar al máximo su desplazamiento. Tanto demoró Leiva, que el llamado 2do ejército llegó a Locumba – Tacna (muy cerca del frente de batalla), dos días después que el ejército peruano-boliviano ya había sido derrotado, pero eso no fue todo, acto seguido el “ejército salvador de la patria” de Piérola, no hizo otra cosa que huir cobardemente sin que nadie lo persiguiera.
  • Y no fue del todo cierto que el 2do ejército careciese de condiciones para entrar en la batalla como dio a entender Leiva en sus comunicaciones pesimistas. Vea lo que el historiador chileno Vicuña Mackenna, testigo presencial de toda la Guerra del Salitre, consignó en su libro “La campaña de Lima”:
  • “(…) la fuerte división de artillería del coronel Marcelino Gutiérrez arribó a Torata (Moquegua) el 26 de mayo”.
  • Resulta evidente entonces que si Leiva y Gutiérrez hubiesen querido apurarse y hubiesen en verdad querido ayudar al 1er ejército, podrían haberlo hecho por lo menos moralmente y también claro ¡con el fuego de su artillería! Pero el 2do ejército lo único que hizo fue desmoralizar aún más de lo que estaban las tropas del 1er ejército de Tacna y también las tropas que defendían Arica.

 Batalla de Tacna o del Alto de la Alianza

  • El coronel Leiva sabía que su refuerzo era quizá la última esperanza tanto de Montero como de Bolognesi. Entonces ¿porqué Leiva llegó tarde a Tacna y estando tan cerca de Arica, porqué no quiso socorrer a Bolognesi? No tuvimos acceso a la comunicación que  seguramente existió entre Montero y Leiva. Una carta que Montero le envió a Piérola, antes de la batalla del Alto de la Alianza comprueba que tanto Piérola como Leiva sabían perfectamente de la mala situación en la que se encontraba el 1er ejército.
  • Montero desde Arica, donde se estableció primero como jefe del 1er ejército del Sur, en una carta fechada el 4 de marzo de 1880, dirigida a Piérola señala: 
  • “Hasta la fecha no he recibido refuerzo de tropas, ni armas, ni dinero para el desmantelado ejército que me obedece; así pues, puramente, con los escasos elementos de que dispongo voy a librar por fin batalla a que el enemigo nos provoca; veremos pues, si la Providencia nos ayuda.”
  • Nótese como Montero, ante el enfrentamiento que inevitablemente se avecinaba, sólo puede confiarse a la Providencia, pues Piérola no le daba ninguna señal de ayuda.
  • Por su parte el coronel Bolognesi el 27 de mayo, un día después de la derrota de Tacna, le despachó a Leiva, por intermedio del prefecto Orbegoso de Arequipa, el siguiente mensaje:
  • “Esfuerzo inútil, Tacna ocupada por el enemigo. Nada oficial recibido. Arica se sostendrá muchos días y se salvará si Leiva jaquea, aproximándose a Sama y se une con nosotros”
  • El 5 de junio Bolognesi le envía nuevamente un telegrama a Leiva a manera de S.O.S. donde menciona la famosa frase “Apure Leiva”, que describe la indignación de Bolognesi por la exasperante lentitud del coronel Leiva.
  • “¡Apure Leiva! Todavía es posible hacer mayor estrago en el enemigo victorioso. Arica no se rinde y resistirá ¡hasta el último sacrificio!”
  • Por lo tanto, queda demostrado que Leiva si sabía que su refuerzo era fundamental tanto para Montero como para Bolognesi. Pero no obstante ello, sin el más mínimo remordimiento acaso por estar sólo obedeciendo órdenes superiores, Leiva emprendió cobarde retirada sin haberse enfrentado ni siquiera una sola vez con el enemigo. Son muchas las evidencias que apuntan a que el vergonzoso comportamiento de Leiva formó parte de un insano plan orquestado desde Lima por Nicolás de Piérola, plan que tenía como fin la derrota y la humillación del contralmirante Montero, su rival político.
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